Gerardo Zaldúa | 01 Nov 2024 | Desarrollo Humano
Construir tu proyecto de vida, es la mejor forma de invertir tu tiempo, para todo aquel que sienta que su vida no va por el camino que desea. ¿Sientes que vas como te lleve la vida o la diriges tú mismo? Si es tu caso, sugiero empezar a diseñar tu plan con la ayuda de los siguientes pasos:
Empieza evaluando en qué etapa de tu proyecto de vida te encuentras ahora. Haz una lista de todas las áreas que tienen importancia para ti (en orden de prioridad) y califica el porcentaje de satisfacción que sientes con cada una de ellas. Por poner un ejemplo de proyecto de vida: si crees que estás 100% satisfecho con tu matrimonio o con tu trabajo, perfecto. Pero si sientes que tu nivel de salud está en un 75%, podrías tratar de mejorarla.
Te dejo una lista de posibles áreas que sería bueno evaluar:
Con la herramienta de la Rueda de la Vida, que abarca todos los temas detallados arriba, podrás identificar si todos los aspectos de tu vida están alineados con tus objetivos. En cada tema, dentro de la rueda, podrás indicar en qué nivel te encuentras en este momento, con un puntaje del 1 al 10, donde 10 es el puntaje más alto. Luego de calificar tu desempeño en cada área de tu vida, une los espacios para ver si tu Rueda de la Vida avanza correctamente o si existe algún área de tu vida a la cual falta dedicarle más tiempo.
Hazte las siguientes preguntas:
Imagina tu vida en un futuro y escribe todo lo que ves en tu plan de vida. Si lo que ves es un buen trabajo, una linda familia o tener tu propio negocio, está bien. Cualquier cosa que imagines es posible de alcanzar si lo deseas y diseñas un plan de vida acorde a lo que deseas y te comprometes a la acción. Tener un tablero con frases motivadoras que representen lo que quieres lograr y ponerlo en un lugar visible, también te ayudará a mantenerte enfocado en tus metas y a aplicar la Ley de la Atracción.
No solo basta con saber qué es lo que queremos lograr con nuestro proyecto de vida, sino que es necesario entender cómo vamos a cumplir esas metas. Si lo que quieres es ser gerente financiero, probablemente debas estudiar economía y también una Maestría en Finanzas. Establecer objetivos a mediano y largo plazo te ayudará a acercarte cada vez más y alcanzar las metas que pensaste para tu proyecto de vida.
Incluso puedes establecer retos diarios, tales como levantarte temprano, ejercitarte por 30 minutos antes de empezar a trabajar, comer un desayuno saludable, avanzar en un proyecto específico en el trabajo, cenar todos los días en familia o meditar antes de dormir. Es muy importante que cada uno de nuestros objetivos esté escrito de la forma más clara posible en nuestro proyecto de vida. Querer estar en forma no es lo mismo que decir que a partir de hoy, todos los días vamos a hacer ejercicio y a comer saludablemente. Si somos claros con cada una de las cosas que pretendemos hacer, estaremos comprometidos en cumplirlas.
Las metas que has establecido para tu proyecto de vida deben estar divididas en objetivos a pequeño, mediano y largo plazo, que pueden estar clasificados en logros diarios, semanales, mensuales y hasta anuales. Eso nos ayudará a mentalizarnos y entender que es posible alcanzar nuestros sueños, pero que eso no será de forma inmediata y mucho menos sin esfuerzo. También hay que poner una fecha tope para cumplir esos objetivos, porque de nada sirven los sueños si no tomamos las acciones necesarias para cumplirlos.
Puedes realizarlo a través del “Tablero de Visión” donde incluirás todos los objetivos que quisieras lograr durante el año, clasificarlos, escribirlos y pegar imágenes alusivas a ellos. Aquí les dejo un ejemplo de tablero o Mapa de los Sueños.
Seguramente ya sabrás lo difícil que es enfocarnos en nuestro proyecto de vida cuando la rutina nos atrapa, y por tal motivo es imprescindible que siempre nos mantengamos apuntando hacia las cosas que queremos obtener. Haz una revisión mensual de tu plan de acción y monitorea el progreso que has logrado dentro de cada objetivo. El convertir nuestras acciones en hábitos diarios requiere de mucho esfuerzo para lograr que esos buenos hábitos perduren en el tiempo.
Para motivarte, puedes establecer recompensas por cada propósito que logres completar dentro de tu plan de vida y si ves que algo no está funcionando, cambia la estrategia. Y si en algún momento en el camino sientes que esa meta que en un principio te propusiste ya no te interesa ni encaja en tu proyecto de vida, no lo dudes y cámbiala por una que verdaderamente quieras alcanzar.